Tienes ingresos inconsistentes y no sabes por dónde llegará tu próximo cliente. Echas de menos tener unos ingresos más predecibles.
Los esfuerzos para atraer clientes potenciales y convertirles en clientes reales se llevan muchas horas lo que no te permite escalar el negocio.
Redes sociales, clientes, tareas administrativas… Tu día a día es muy ajetreado y te has convertido en empleado de tu propio negocio.
Has tocado un techo: no consigues escalar las ventas sin que sea a base de nuevos lanzamientos o estrategias puntuales lo cual te deja agotado y además sabes que si éstas funcionan mal te lo estás jugando todo..
Dependes mucho del boca a boca y las estrategias que has intentado poner en marcha no son rentables… Además, no puedes predecir cómo llegará la siguiente venta lo cuál te genera más incertidumbre..